domingo, 5 de septiembre de 2010

Tema 5. Platón y el diálogo platónico.


            1. La vida de Platón.

Aristocles, conocido por el sobrenombre de Platón por su robusta complexión, nació en Atenas el año 427 a.C. en el seno de una familia aristocrática. Vinculado a la nobleza ática, recibió una esmerada educación física e intelectual: música, matemáticas, pintura, gimnasia. Tras leer a Homero compuso algunos poemas de juventud y su formación filosófica corrió a cargo de Crátilo, hasta su encuentro con Sócrates.

Viajó por Egipto y Cirene, y tal vez conociera la matemática de los pitagóricos y sus teorías sobre el alma  en un viaje a Italia. Hacia el 390 a.C. se dirigió a la corte siracusana de Dionisio el Viejo, a quién quería convertir en filósofo, pero éste lo expulsó y fue vendido como esclavo.

Llegado a Atenas, ya en libertad, compró un terreno donde fundó la Academia, que fue la primera escuela de filosofía, y donde impartió enseñanzas a alumnos de toda Grecia. Pero volvió en dos ocasiones más a Sicilia para poner en práctica su utópica idea de la ciudad ideal, aunque en ninguna lo consiguió. La primera por el destierro de su amigo Dión, quién le había ayudado en las reformas políticas implantadas, la segunda, acompañado de sus discípulos, tampoco tuvo éxito y regresó definitivamente a Atenas.

Murió en 347 a.C. a los 81 años, y fue enterrado, según Pausanias, en el jardín de la Academia.

La importancia de su vida en la formación de su pensamiento político  fue capital, porque siempre estuvo encaminada a la implantación de su Estado Ideal, cosa que intento sin conseguirlo, donde los ideales de justicia, solidaridad, orden, moderación, virtud y leyes ecuánimes imperaran. Además, siguiendo los pasos de su maestro Sócrates, fundó la Academia para dedicarse a la enseñanza de sus teorías. Por último decir que la muerte de Sócrates, víctima de resentimientos reaccionarios, hizo comprender a Platón que la política de su ciudad estaba separada de su criterio personal.

            2. La obra de Platón.

El conjunto de la obra que ha llegado hasta nosotros bajo el nombre de Platón comprende 41 diálogos, la Defensa de Sócrates, 13 cartas, y las Definiciones. Tan vasta producción ha sido clasificada en diversas ocasiones siguiendo variados criterios: Diógenes Laercio distinguió entre diálogos especulativos, prácticos, ejercitativos, polémicos,etc. Aristófanes de Bizancio los agrupó en cinco trilogías. Trásilo los distribuye en nueve tetralogías. En época moderna las divisiones se basan en criterios de anterioridad o posterioridad a la fundación de la Academia, en diálogos socráticos y postsocráticos, etc.

Sin embargo no todas estas obras pertenecen a Platón, hay algunas apócrifas y otras que parecen no ser auténticas: teniendo en cuenta criterios internos, como la coincidencia del contenido de la obra con la concepción filosófica de Platón, igualdad de estilo, etc, y externos, como la atribución de la obra por varios autores, o su cita en otra obra del mismo Platón, se consideran apócrifos varios de los diálogos del corpus platonicum y las Definiciones. En cuanto a las cartas se admite la VII como suya.

Queda por resolver el problema de la cronología de los diálogos. Los criterios de contenido, léxicos, estilométricos, edad de los personajes, etc, solo han conducido a clasificaciones globales de época inicial, de madurez y tardía del filósofo, que no precisan la cronología entre los diálogos de cada grupo. Tomando como referencia los distintos viajes a Sicilia, FRIEDLÄNDER establece la siguiente sucesión:

- Entre la muerte de Sócrates y su primer viaje a Sicilia: Laques, Cármides, Eutifrón, Lisis, Protágoras, Hipias Menor, Ión, Hipias Mayor, Apología, Critón y Gorgias.
- Entre el primer y segundo viajes: Menón, Crátilo, Eutidemo, Menéxeno, Banquete, Fedón, República, Fedro, Parménides y Teeteto.
- Entre el segundo y tercer viajes: El Sofista  y El Político.
- Posteriores al tercer viaje: Filebo, Timeo, Crítias y Las Leyes. También la carta VII.

            3. El diálogo platónico como forma literaria.

Al discurso largo con el que el sofista impone sus ideas, se opone el método de investigación socrático-platónico, el diálogo con intervenciones cortas y articuladas en forma de preguntas y respuestas. El diálogo platónico se organiza, como el drama, en torno a un debate sobre puntos concretos, pero a diferencia del drama, su estructura viene marcada por la figura del narrador, que presenta la escenografía apropiada y los personajes de la acción.

Encontramos pues, en el diálogo platónico, dos estilos de exposición combinados sabiamente: uno directo (narrador-oyente) utilizado para precisar el comportamiento de los personajes, reacciones, gestos, etc; otro indirecto, mediante el cual el narrador actualiza la conversación celebrada con antelación en casa de Calias entre Sócrates, Protágoras y otros personajes secundarios.

Además interviene en ocasiones algún componente del auditorio, que muestra sus preferencias por uno u otro contertulios, el personaje central y su oponente. La extensión de las intervenciones no es siempre la misma. Haya una gran variedad formal, y hay pasajes donde  una intervención larga va seguida de una respuesta breve, o las intervenciones de ambos interlocutores son cortas o de parecida duración. También caben en el diálogo formas no dialogadas, exposiciones largas a cargo de algún personaje, entre las que destacan los mitos.

La lengua, mezcla de culta y popular, poética y prosaica, coincide en muchos aspectos con las inscripciones conservadas de la época de Platón. Se ha afirmado que se aproxima al lenguaje de los poetas cómicos, que es el del pueblo ateniense.

El estilo, variado para adaptarse al carácter de cada personaje, se caracteriza por su riqueza de matices debido al abundante empleo de partículas. Especial vivacidad le confiere la variedad de expresiones utilizadas para las respuestas cortas y fórmulas como  hn d egw,  h d oV, etc. Aunque de manera moderada usa figuras como la aliteración, antítesis, anáfora, homoioteleuton, ciertas cláusulas métricas...

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